Estimado Batman,
Espero que te encuentres bien y que hayas podido recuperar el dinero que perdíste por culpa de tu amigo Bernie Madoff. No sé nada de Superman, solo sé que todavía sigue buscando trabajo como reportero y luchando por erradicar los “toxic waste”del planeta tierra.
Te escribo para agradecerte que hayas mandado a Robín a Washington para participar en las audiencias de confirmación de la juez Sonia Sotomayor, pero el pobre se veía tan golpeado y deteriorado de su último viaje. Me contó como perdió su camisa de héroe por querer descifrar los acertijos que usa el parlanchín presidente sudamericano y al que se le conoce, lamentablemente, por haber confiscado el color rojo.
Durante las audiencias del Comité Judicial de Senado pude ver a Robín escuchando detenidamente las preguntas de los senadores republicanos y, no es que yo sea una experta, pero tanto Robín, como Frank Rich del New York Times y yo, concluímos que cada pregunta que hacían los republicanos estaba “enmarcada en términos de raza, etnia y género.” Definitivamente – con preocupación nos dijo Frank – “los republicanos se pueden felicitar porque hicieron un buen trabajo cavando sus propias tumbas.¨
Al finalizar la semana, Robín, tan amable, tomó tiempo para hablar con Kathleen Parker del The Washington Post y juntos estuvieron de acuerdo que “Sotomayor reveló poco, pero desafortunadamente los republicanos revelaron que son un partido de gruñones aferrados a una era en la cual la mujer y las minorías saben muy bien su lugar.”
Una vez más, gracias y espero que Robín decida llamar al Chapulín Colorado porque fue otro que se le confiscó su traje de héroe rojo.
Un abrazo,
Lorena Mora-Mowry