Mi nombre es Chabelita y es hora de conocer mi historia llena de diferentes sonrisas. 

 

Soy la amiga de Maria T y además de compartir su apartamento por años he compartido sus alegrías, triunfos, lágrimas, frustraciones, desilusiones e historias de amor y dolor. Soy la amiga de los días largos de mucho estudio y de días cortos llenos de momentos llenos de buenos recuerdos.

Todos tenemos una historia y la mía comenzó con una maleta llena de sueños y recuerdos de familia, amigos y de libros, muchos libros que desde pequeña me han acompañado porque corraboran dia a día que la vida es una aventura.  

Con mi vestido de misa de los domingos y con mi maleta negra dejé mi hogar en algún lugar de la Mancha y me vine a cumplir mi sueño de estudiar en una universidad de los Estados Unidos. Llegué con una maleta como las de antes, las que no necesitan mucho espacio porque en la vida se logra con poco.  

Mi universidad es una de esas que está en medio del medio de los Estados Unidos y así con mi poco inglés comenzó mi aventura lejos de mi mundo y de la sombra de mi frondoso árbol que me protegía de los calurosos días de verano y que me invitaba a filosofar sobre las vicisitudes de la vida.

Desorientada con mi horario en mano caminaba el primer día de clase viendo a la gente correr y decidí lentamente apresurar mis pasos al darme cuenta que me había llegado la hora de cambiar el rostro de mujer de campo al de una visionaria mujer que entiende tanto de la aplicación de la teoría matemática de los 6 grados de separación como los tratados filosóficos de Platón y Trasímaco

Entré al salón de clase y de pronto sentí ganas de correr al darme cuenta que no entendía ni a mi  profesor ni a mis compañeros de clase porque mi inglés era tan malo como seguramente su español. Casi me muero, pero de pronto recordé el destino deIncitatus el caballo de Calígula que, cuando perdió una carrera éste lo mando a matar y le ordenó al verdugo:  Mátalo lentamente para que se sienta morir.”

Me tranquilicé al darme cuenta que mi profesor no tenía cara de verdugo y al escuchar a mi compañera saludarme en español y decirme que no me preocupara que ella me podía explicar lo que no entendía de la clase. 

Así en medio de los maizales de otro de esos estados del “medio” , Ohio, comenzó nuestra amistad. MaríaTe terminó sus estudios y ahora trabaja en marketing y yo estoy casi terminando mi doctorado en Literatura Inglesa.  Hemos sido amigas desde el comienzo y espero que continúe siéndolo cuando se entere que le he estado enseñando español a su ex-Finn y que lo he mantenido informado de su vida tal como un noticiero de la tarde.  

Estoy segura que cuando regrese vamos a conversar del asunto como dos expertas filósofas: primero nos tiraremos de los pelos, respiraremos profundo, ahorcaremos a unos cuantos, sacaremos al aire nuestras frustraciones para terminar con una firme y clara determinación de que lo que ha ocurrido ha sido para bien porque nos ha enriquecido cuerpo y alma.

He aprendido a sonreír a pesar de estar lejos de mi familia, mi pueblo, los sembradíos de mi padre y de mi árbol, pero ahora por mis venas corre la aventura y todos los días salgo a enfrentar al mundo como una de esas heroínas que solo se ven en las películas de palomitas de maíz. Mi vida ha sido inspirada por muchos autores, pero siento que me ha llegado la hora de escribir mi propia historia. La historia de una mujer contemporánea y multifacética que enfrenta la vida con sus temores, inseguridades, miedos y sonrisas.

 

¿Será que es hora de agregar un romance a las historias de Gustavo? No lo sé. Por el momento, me despido con la esperanza de regresar para continuar escribiendo sobre mis historias llenas de aventuras.

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Para leer los primeros capítulos de “Las Huellas de mi Sonrisa” favor seguir este enlace http://www.mujerlatinahoy.com/lorena-hoy/lorena-sonrisa