Sonrisa burlona o de Chaplin
El viento movía sus cabellos…
y con sus gafas de sol observaba el horizonte con la seguridad de una mujer que sabe muy bien hacia dónde se dirige y bueno, gracias al maravilloso GPS de su nuevo auto…
no sólo la mantenía en la ruta correcta sino también le daba la seguridad que tiene la mujer que sabe que hacer en caso de encontrarse con desvíos y obstáculos en la vía. Concentrada manejaba tratando de descifrar el sonido que produce un auto que le tomó tantos años en comprar. Pero había valido la pena porque se sentía libre e independiente y en control de su propia vida…..
¨Peter, Great presentation!! We loved it!! – escuché decir a mi jefe mientras mi comercial de la mujer despeinada en su auto nuevo
se desvanecía de mi mente. Peter miró agradecido a su jefe por haber aprobado un comercial con ideas viejas para un cliente nuevo.
Yo, María Te, la planta tropical que adornaba la mesa lo felicitó y con mi cabello rebelde y despeinado que no necesita del bendito viento para moverse, salí de la reunión pensando hasta cuándo nos ven como las mujeres del primer capítulo de la telenovela; las mujeres que desde lejos se ven simples, pero que en realidad no son nada simples, tal y como la héroe de “Simplemente María” .
>Salí de mi oficina sintiéndome molesta conmigo misma por mi cobarde silencio y pensando cuándo podré encontrar la fuerza para hablar y decir lo que soy y lo que creo. Sería ideal que el autoestima viniera con un GPS para que guiara al destino final a personas como yo, que necesitan esquivar las frustraciones que enfrentas en la vida.
Congelada llegué al café donde semanalmente nos reunimos un grupo de amigos tan diferentes y únicos como yo, pero unidos porque somos los hispanos que estamos construyendo nuestras propias historias y aprendiendo a navegar en un país con vientos de cambio.
>Preparada para “filosofar en el sofá” vi a Jack entrar con su bolso “vintage” y con una bolsita en su mano derecha. Le saludé con un gran abrazo y le felicité de lo bien que se ve.
“Estoy haciendo la dieta Mediterránea” – dijo con una sonrisa de triunfo.
Verlo me hizo recordar al famoso personaje Dr Chaputín que tanto hace reír a mi madre.
“Y a ti como te va con tus clases de “spinning” (bicicleta) y de Pilates” – preguntó mientras sacaba cuatro zanahorias, dos apio españa y un yogur griego de su arrugada bolsita.
“Me encanta, pero lo malo es que en vez de sentirme como la diosa griega Afrodita me siento como una robot de los cartoons Japonés. ¿Recuerdas el programa Mazinger Z? Me siento tal y como la robot Afrodita.
“Jajajajaja, tu te pareces al Dr. Chaputín y yo me parezco a una robot..- le dije y empezamos a reímos con una ruidosa risa burlona
Nos limpiamos las lágrimas al ver entrar a Chabelita con una cara de sufrimiento y a Adriana con una cara de haberse ganado la lotería.
>Nos saludamos y todos sentados en el gran sofá preparados para estirar, masticar, diluir y machacar las experiencias vividas en la semana y analizarlas como sabios filósofos.
Viendo la cara de Chabelita decidimos empezar con ella. Chabelita es una estudiante de doctorado y así como celebramos sus triunfos, también la ayudamos a eliminar el exceso lacrimoso que se puede acumular en una frustrada semana de trabajo.
“Una compañera de curso…” – empezó a contar su historia de dolor – “no la aceptaron su tesis porque…” -viendo su rostro nos unimos unisono a llorar.”búúúúú, búúúúú, búúúúú..” – lloramos y lloramos hasta sentir que las reservas de agua se habían agotado.
Como filósofos sabemos muy bien que en la vida hay situaciones que no tienen solución y que la frustración que nos causa solo se puede lavar con lágrimas de aprendizaje.
Le tocó el turno a Adriana. La miramos, ella nos miró y se aclaró la garganta para decir:
“Ustedes saben que las causas que he colocado en Facebook no han sido exitosas”. – dijo medio frustrada mientras el resto esquivaba su mirada observando las tazas como si estuviéramos leyendo el futuro.
“María Te” – dijo mirándome con detenimiento- “Tu madre me habló de la ‘cláusula secreta’ y creo que es una causa que vale la pena colocar en Facebook.”
Conociendo los consejos de mi madre decidí prepararme con la respiración que he aprendido en mis clases de Pilates. Inhalé profundamente como si estuviera mandando un alerta a mis órganos y exhale fuertemente para eliminar cualquier obstáculo de mis vías respiratorias.
“Para explicar mejor lo de la cláusula secreta les traje a cada uno una lupa¨ – Sacó de su bolso tres lupas y nos las entregó junto a una copia de una acta matrimonial.
Tomó su iPad y empezó a leer un resumen de la historia de mi madre que tanto conozco.
¨Una mujer demanda a su esposo por una supuesta “cláusula secreta” que aparece después del matrimonio. Para probar sus alegatos, la mujer presentó como testigos a su madre, la abuela y una tía. El testimonio de la abuelita fue corto debido a la edad, pero su respuesta fue clara y concisa, ya que por años ha vivido con un esposo que espera que le cocine todos los días. La abuelita aceptó ser parte de la demanda por qué no sabe dónde dice que las mujeres tenemos que cocinarle al esposo todos los días. Para la abuelita eso es parte de la ‘cláusula secreta.
Nos miró medio molesta al ver que todos estábamos aguantando la risa.
“El testimonio de la madre fue largo y lleno de muchos detalles, pero lo más interesante fue la historia del “esposo enfermo”. Cada vez que su esposo se enferma, ella es la que tiene que llamar para pedir la cita y explicar los síntomas de su esposo al médico. Pero cuando ella se enferma, su esposo no hace absolutamente nada y eso definitivamente es debido a la cláusula secreta. El testimonio de la tía fue divertido porque habló de la “cesta”. Para la tia la cláusula secreta aparece cuando después de lavar la ropa y doblarla, nada ocurre. Si ella no guarda la ropa, la cesta puede pasar días encima de la lavadora rogando para que sea desocupada.”
Se detuvo y nos preguntó: ¿Cuántos matrimonios le aparece al corto tiempo una cláusula secreta? Les traje el acta de matrimonio de mi madre para que con la lupa busquen la cláusula secreta. Porque aunque yo no me he casado, he visto a mi madre correr cada vez que aparece la cláusula secreta.”
Terminó de leer su nueva causa para Facebook. Nos miramos y al vernos cada uno con una lupa nos reímos con la sonrisa burlona de Charles Chaplin.
“jajajajajaja..jijijijijiji…jojojojo…jujujujujuju” – Adriana medio molesta nos miró y renunciando a su causa decidió unirse a la nuestra poniéndose la lupa en los ojos…Cláusu….jajaja…la…jajaja…se…jajajaja…
De pronto nos quedamos mudos como en las películas de Charles Chaplin al ver entrar al café a Finn, mi Finnito. Sintiéndome como una doncella de las películas silentes de terror vi como se acercaba al sofá, miré a mis “aprendices de filósofos” esperando que me dieran una excusa para salir corriendo… pero lo único que me vino la mente fue la sensación de ser la mujer del primer capítulo de la telenovela, la que es tan simple que ni siquiera puede decir hola y con mi respiración de Pilates sólo pude decir….
Escrita por Lorena Mora-Mowry
Una e-novela de amor corta para tiempos cortos
Historias basadas en los artículos de la columna ¨Lorena Hoy¨ publicados en Mujer Latina Today ™ 2006-2013
Los hechos y / o personajes son ficticios, cualquier semejanza con la realidad es PURA coincidencia.