Definitivamente Aristóteles tenía razón al decir que “somos el resultado de lo que hacemos repetidamente. La excelencia entonces, no es un acto, sino un hábito”.

No es que haya inventado la rueda ni haya encontrado el mejor tinte para esconder las canas, al contrario, lo que les voy a contar lo descubrí con un simple ataque de tos

Hace poco me invitaron a ser parte de un panel para hablar del liderazgo de la mujer de hoy.  Sentada entre expertas en diversidad corporativa y liderazgo femenino me encontraba yo pañuelo en mano para sostener el ataque de tos que no me dejaba respirar, pero al menos me dejaba observar y pensar.

Yo era la única hispana del grupo y mientras esperaba mi turno para hablar, recordaba los rostros e historias de las más de 500 personas que he entrevistado en el transcurso de siete años.

Escuchando con atención me encontraba cuando de pronto me llegó mi turno para hablar y como toda héroe de telenovela miré a cada una de las participantes y de mis labios salieron recuerdos del sonido de una consonante que nos hacían repetir cuando pequeñas:

R con R cigarro” – tosí dos veces y continué solemnemente – “R con barril, Rápido Rueda los CaRRos, sobre los Rieles del feRRocaRRil”

“Ese es el sonido del liderazgo de la mujer hispana” – dije sin toser, pero con una seguridad que salió del centro de mis pulmones – “ Es la R de Repetir y Repetir hasta aprender. Es la ERE de Reinventarnos como mujer; Resistir las presiones; Recuperar el autoestima; Renunciar a lo que nos duele; Revivir lo vivido; Revaluar lo que hacemos y conocer la Resonancia de nuestras voces; Reconocer nuestros errores y Reflexionar de lo aprendido; Recordar el pasado y Reincorporarlo al presente; Resurgir y comenzar algo nuevo porque tenemos el potencial y la capacidad para enfrentar los Retos con el Ritmo de nuestro propio palpitar;  Renunciar a los que nos lastiman; Reivindicar lo que somos; es Revolucionar, mejor dicho, evolucionar nuestra forma de ver el mundo y de repetir, repetir todos los actos de nuestro diario vivir hasta que se vuelven hábitos.

Respiré y seguí con mi letanía de Rs: “Es recordar las sabias palabras de Samuel Smiles porque en la vida hay que “SembRar pensamientos, para cosechaR acciones, SembraR acciones, para cosechahábitos, sembraR hábitos para cosechaR un carácter, es sembRar un carácter, para cosechaun destino”.

Asombrada de todas las Rs que había dicho sin respirar concluí mi presentación diciendo: “Es la R de Redescubrir nuestra voz para crear cambios, es Re-evaluar nuestros sueños y Recordar que tenemos una vida por viviR. Así somos nosotras, sin miedo de hablaR porque nuestro liderazgo se escribe con de MujeR.”

Regresé a casa pensando que definitivamente Aristóteles tenía la razón y reflexionando sobre cómo con una simple tos había descubierto el liderazgo de la mujer en medio de un panel que creían saberlo todo y con una sonrisa recordé las sabias palabras de Blaise PascalVale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa”.